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ASESORES QUE NO ASESORAN: ¿MALA PRÁCTICA O PRÁCTICA CORRUPTA?

“Por ninguna manera del mundo se elija a un ‘consejero’ sin que haga primero examen de su habilidad y suficiencia” (Fadrique Furió Ceriol)

Hace algunos años un alto cargo autonómico, en un alarde de sinceridad, me dijo: «Necesito que me eches una mano en un tema puntual de contenido político, no es especialmente complejo, pero en el departamento han nombrado unos asesores que no asesoran porque no saben; son del partido, ya sabes».

No siempre es así. En determinadas estructuras de gobierno los nombramientos de asesores recaen en personas cualificadas. Es una decisión inteligente de quien ejerce el poder: rodearse de los mejores. Así se ha podido comprobar recientemente en algún caso (con nombramientos acertados de asesores), pero también en fechas recientes ha saltado a los medios el nombramiento como asesor de un departamento de una persona que apenas tenía 25 años, con una retribución anual superior a 50.000 euros.

Pongamos las cosas claras y evitemos cualquier dosis, por pequeña que sea, de demagogia, pues en este tema se hace mucha. Los asesores son una suerte de «estado mayor» de los políticos. Son imprescindibles. Por su mesa pasan aquellos temas que deben cocinarse políticamente, han de proveer al político de ideas, discurso, orientarle, así como darle consejo en temas críticos y advertirle de los riesgos. Sus funciones son variadas, pero muy necesarias. Las más conocidas son las relativas a la comunicación y a la preparación de discursos o debates. No son, sin embargo, al menos a mi juicio, las más importantes. (más…)

UNA OCASIÓN PERDIDA: LA LEY REGULADORA DEL ALTO CARGO

“Provéanse los cargos de confianza en los hombres de mayor mérito (…) y todas las ramas de la Administración (serán) dirigidas con tanto acierto como lo permitan las circunstancias nacionales y el grado de cultura moral e intelectual del país” (John Stuart Mill)

En el marco de las aireadas medidas de “regeneración democrática” se ha publicado en el BOE de 31 de marzo la Ley 3/2015, de 30 de marzo, reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administración General del Estado. Su ámbito de aplicación se extiende a los altos cargos y asimilados del sector público estatal de aquellas entidades que se citan, no incluyendo a los miembros de los gabinetes.

Su incidencia se limita, por tanto, a ese nivel de gobierno, pero por remisión (aunque no clarificada en la propia Ley) también se debe entender de aplicación a los supuestos que se prevé expresamente en la Ley de Bases de Régimen Local, que reenvía en algunos casos a la regulación de la Ley 5/2006, que esta Ley deroga expresamente. Primer problema.

Este nuevo marco normativo regula, en particular, tres ámbitos materiales en los que introduce novedades mayores o menores, según los casos: a) Nombramiento y ejercicio del alto cargo; b) Régimen de conflictos de intereses e incompatibilidades; y c) Una nueva regulación de la Oficina de Conflicto de Intereses. (más…)

ESPAÑA 2016: PAISAJE DESPUÉS DE «CUATRO BATALLAS»

“Fuertes vientos, fuerte lluvia. Es el momento propicio para llevar a cabo un ataque nocturno” (Bansenshukai. El espíritu de los ninja, Kairós, Barcelona, 2013)

No creo que haya otro país en la Unión Europea, así como pienso que tampoco en el mundo, donde cada trimestre de un mismo año haya una convocatoria electoral distinta. En España, si. Siempre esa “marca” sella la diferencia. En 2015, ya está confirmado, tendremos cuatro procesos electorales a cuál de ellos más importante. En todos se dirimen cosas muy relevantes, unas confesables y otras menos. Todas las instituciones representativas del país, salvo los Parlamentos vasco y gallego (de momento) estarán sumidos en procesos electorales. Parálisis gubernamental.

Dos estaban programados, las elecciones municipales/autonómicas y las legislativas, siempre que estas no se adelanten. Dos son “imprevistos” donde se juegan intereses tácticos espurios a la vieja usanza de la partidocracia más clásica. La táctica es un elemento clave en la batalla, como bien apuntara el primer poema ninja citado más arriba. Aunque algunos lo olviden.

Lo que suceda a partir de todos esos procesos nadie lo sabe. Si deberíamos saber otras cosas, que son muy obvias. 2015 será un año más perdido aún que el maldito 2011, del que nadie por cierto quiere acordarse. La memoria en Política se aproxima a la del pez (aunque ahora dicen que no es de segundos y que se aproxima a los doce días; tanto da). Ya no se hace nada ni se hará nada. Ni una sola reforma (si es que ha habido alguna de verdad) asomará en el horizonte. Las instituciones, jugando al escondite, seguirán su proceso de descomposición paulatina e irreversible. No es tiempo de apuntalar nada. La casa está en orden, al menos hay que aparentarlo. (más…)

LAS AUTORIDADES «INDEPENDIENTES» (1)

“Si es necesario ser independiente para estar en condiciones de ser imparcial, la independencia no basta para conseguir la imparcialidad” (Pierre Rosanvallon, “La legitimidad democrática. Imparcialidad, reflexividad, proximidad”; Paidós, 2010, p. 137)

El paraguas de las Autoridades “Independientes” (llamadas entre nosotros “administraciones independientes”) cubre un amplio espectro institucional. Agrupa a un catálogo muy diversificado de organismos y entidades, de imposible reconducción a una unidad funcional. Lo que les une, tal como se verá, es una relativa identidad en las notas características que definen tales organismos.

En una impecable tesis doctoral (algo no frecuente en este tipo de productos), el profesor Joan Solanes ha llevado a cabo un minucioso análisis de las administraciones independientes reguladoras. Allí, sitúa la aparición en escena de este tipo de entidades en Estados Unidos, vinculada al New Deal y al origen del propio Estado regulador. El fundamento de su creación es múltiple. La complejidad y celeridad de la toma de decisiones en el ámbito económico requería una especialización que ninguno de los tres poderes tradicionales tenía. Pero también se quería sustraer del Ejecutivo, muy influenciado por el clientelismo político, por los escándalos de corrupción y por los tentáculos de los partidos, cualquier decisión que afectara de forma relevante al mercado. (más…)